Me voy abriendo espacio.
Entro
explorador
de tus partes nobles.
Primero entre desiertos,
luego lloviznas,
siguiendo con los diluvios.
Dentro
absorto
disfrutando el paisaje
ayudandole al
punto que
provoca temblores.
Redondeles concéntricos
de
placer
en implosiones.
Cansancio.
Y tú satisfacción
recorriéndome la frente.