Ahí, en la cercanía del olvido
en la delgada línea entre estar jodido y estar más jodido
me quedo con la de los ojos grandes
con la que no puedo tener.
En ese hilo en dónde juego al equilibrista
espero caerme entre sus dos pechos
en el wonderland
de los ejércitos de románticos invencibles
los que no se extinguen.